martes, 21 de mayo de 2013

Twitteando vengo





Hola a todos, una vez más, volvimos. Si, ya se, es joda ya esto. Pero bueno, es así, entiéndanlo.

Hace un tiempo, en este blog se tocó el tema del Facebook, así que como no podía ser menos, hoy vamos a hablar de su “archimega” rival (?) Twitter.

Cada vez somos más los que usamos la red social del pajarito azul. Y yo me pegunto: ¿A quién mierda se le ocurrió pintar de azul al pajarito? Sí, bien fumados estaban los creadores.

La diferencia fundamental entre el Twitter y el Facebook es que, si bien el Twitter se está haciendo bastante “Nacional y Popular”, no tiene todavía ese toque de “VAMO' LO' PIBE'” que tiene el Facebook.

En fin, si vos sos de esas personas que usan Twitter, de seguro cuando creaste la cuenta hiciste lo siguiente:

Crear cuenta - twittear “HOLA A TODOS (Teniendo dos seguidores) NO ENTIENDO UNA MIERDA” 
– Lo dejaste de usar como por un mes o más porque no lo entendías – Volviste a intentarlo y te enviciaste.

Es así, nos pasó a todos los normales.

Otra cosa llamativa son los Hashtags. Para los que no están familiarizados con el tema les digo: AMÍGUENSE CON LA TECNOLOGÍA. Pero bueno, les cuento, los hashtag son palabras o frases que siempre empiezan con un “#”. De esta forma, uno puede ver todo lo que se dijo sobre ese tema.

El problema está en que al principio como que les tenemos cierto miedo, los rechazamos y no los usamos. 
 Después lo entendemos y empezamos a abusar de hashtags, agregando uno a cada tweet y quedando como unos pelotudos. Finalmente encontramos el equilibrio.

El Twitter además es el chusmerío más grande y organizado del mundo: Podés enterarte primero que nadie, que a una actriz de Albania le explotaron las hemorroides, y lo que es mejor, difundirlo para que el resto del planeta se entere.

También lo usamos para tirar palazos, o indirectas. No sé si lo habrán notado pero esto fue evolucionando bastante: Antes los tirábamos en los subnick del MSN (Que en paz descanse). Después por Fotolog, después por estados de facebook, y ahora a través de tweets. Lo único que sigue siendo siempre igual es la excusa a dicha indirecta. Es algo así:

“Dale pendeja de mierda dame un poco de bola, dejá al salame ese cara desordenada que tenés como novio, y venite conmigo”

-Che ¿para quién es ese tweet?
- Naa, es una canción, jaja.
NO TE LO CREE NADIE!!!

Encima somos tan boludos que ponemos el “jaja” al final, el cual es un indicativo de “Mierda, quiero safar, espero que este/a pelotudo/a se lo crea”.

Si hay algo sorprendente que tiene este pájaro puto, es el hecho de que de golpe en alguna parte del mundo, una persona que no te conoce y jamás te va a conocer, lea algo publicado por vos. A veces da miedo. A todos alguna vez nos pasó que nos empiece a seguir un japonés con el cual no tenés seguidores en común ni nada por el estilo y te preguntás: ¿De dónde mierda me sacó?
Debe haber algo raro atrás de todo eso, estoy seguro.

Lo que jamás entenderé es esa necesidad que tienen algunos de publicar fotos de lo que están comiendo o van a comer. ¿Qué carajo me importa a mí tu Doble Cuarto de Libra con Queso, y papas fritas? Yo soy feliz con mis fideos con manteca y no te lo ando presumiendo, forro.

En fin, el tema da para largo pero vamos a dejarlo acá.

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Hernán Colman