viernes, 1 de noviembre de 2013

Por qué el mundo odia a Ricardo Arjona





Como sabrán aquellos que leen el blog desde sus inicios, no es la primera vez que se habla de este célebre señor. (Si alguien no lo vio acá lo puede ver  Ella Y él argentinizada)

Pero hoy, lejos de pasar al argentino una de sus extravagantes letras, me gustaría hacer hincapié en el hecho común de por qué el mundo, principalmente masculino, le desea una lenta y dolorosa muerte.

El problema radica en sus letras. Explíquenme estas estrofas:

 “De vez en mes con tu acuarela pintas girones de ciruela
que van a dar contra el colchón”.

No sé a ustedes, pero a mí la ciruela me gustaba…. Nunca más pude volver a comer una. Ahora la pregunta es ¿Cómo mierda llegaste, Ricardito, de una mina menstruando y enchastrando todo a su paso, a escribir algo así? ¿Cuánta merca por día estás tomando aproximadamente?

Igual, es buenísimo que no tenga una novia que sufra de diarrea seguido ¿no? Imaginen la canción que podría salir de ahí. La ciruela la remplazaría por no sé, chocolate. Y el colchón podría ser cualquier cosa.Se iría a la mierda. Literalmente.

Más allá de todo esto, hay un tema en particular que le costó el odio de todos nosotros.
¿Escucharon“Dime que no”? Es un tema muy lindo, que te da ganas de meterte un destapador de botella en los oídos. En él se dice algo como esto:

“Dime que no y me tendrás pensando todo el día en ti
planeando la estrategia para un sí”

¡Hijo de puta! Esta canción fue una catástrofe natural, peor que un tsunami.  Me animaría a decir que nos cagó la vida a muchos.

Los pongo en situación: Estás en un boliche, medio escabiado, encarás una mina con la que sabés que hay cierta onda  y ella automáticamente piensa: “Le diría que sí, pero… Arjona me enseñó que a los hombres les gusta que les digamos que no, así piensan todo el día en nosotras”

Bueno, Arjona te mintió boluda!! Yo no tengo la fama que tiene él, no tengo la plata que tiene él, no tengo la facha que tiene él, ni los autos que tiene él. Yo no hago nada interesante de la vida, vivo con mis viejos  y tengo saldo negativo en la tarjeta SUBE. ¿Te parece que estoy en condiciones de pensar: “Me gustaría ponerla hoy, pero ojalá me diga que no porque prefiero estar todo el día pensando en ella”?

No querida, no pasa eso. No me gusta que me digas que no, a nadie le gusta, decime que sí forra.

Creo que ahí está el principal problema de sus historias, que le pasan solo a él. El chabón maneja un taxi, sube una rubia y le pregunta:

“¿Qué es lo que hace un taxista seduciendo a la vida?”

¿Qué carajo? ¿Qué clase de pregunta es esa? Nunca un “¿Qué onda che?” como una mina normal ¿De dónde las saca? Imaginen al taxista de Retiro en una situación así… Le explota la cabeza pobre tipo.

Y por último, hay una canción que se llama “El Problema”. ¿La escucharon? En aproximadamente cuatro minutos el loco enumera los 250 mil problemas que tiene con una mina. Yo a una piba normal le nombro tan solo tres de esos problemas y no garcho ni en pedo, olvidate, me manda a la mierda por histérico y complicado. ¿Tantos quilombos vas a tener?

Pero bueno la ironía de la vida es que el chabón triunfó nosotros estamos acá, frente a la compu. Me voy a pegar un tiro en las bolas, nos vemos!

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Hernán Colman

domingo, 1 de septiembre de 2013

Momentos incómodos




Hola queridos lectores. Perdón por mi desaparición reciente pero no me sentía muy motivado para escribir últimamente. Ah tiraba rimas.

Bueno como habrán notado en el título, hoy me gustaría hablar sobre sentirse incómodo. O como algunos infradotados mentales mezcladores de Yogurísimo con Actimel decimos: Sentirse zarpado.

Sentirse incómodo es sin duda una de las cosas más horrendas de la vida. Es cuando, frente  a una situación extraña, no sabés que hacer, que mirar, que decir.

Uno de los casos más típicos, se da cuando sos chico o adolescente: Estás en la casa de algún amigo, y este no tiene mejor idea que empezar a discutir con su madre.

Te sentís para el orto, no sabés donde mierda meterte. Encima ellos están:

-          ¡Pero matate vieja prostibularia!
-          ¡Matate vos la concha de tu hermana que no tenés, no sé porque no te aborté como quería tu viejo!

Y en otro rinconcito, solo, desahuciado, sin saber qué carajo hacer, estás vos. Cómo no se te ocurre ninguna otra forma de zafar, acudís al “Artefacto Para Cuando Nos Sentimos Zarpados” también llamado CELULAR.

Sí, sacás el celu y hacés de cuenta que estás haciendo algo. Aunque todos sepan que no tenés ni mierda de crédito, el juego más divertido que te vino es el Zudoku y no lo sabés jugar y  todos los mensajes guardados en la casilla son de tu mamá diciendo “OK”.

Algo que puede resultar extremadamente incómodo es el sexo. Y con esto no me estoy refiriendo a garchar adentro de un carrito de supermercado, aunque sí, sería bastante incómodo.

Me refiero a situaciones como por ejemplo cuando estás con tus viejos y en la tele aparecen dos (o más) cogiendo. Es un momento de mierda. De golpe se hace un silencio y todos los miembros de la familia empiezan a mirarse entre sí para ver que hace el otro. Es como un concurso, el primero que se concentra mirando el garche pierde. Entonces observás el plato de comida, y le pedís a Dios que alguien saque algún tema de conversación ya.

También puede darse algo parecido: Tus viejos están mirando la tele y vos estás en otro lado, por ejemplo la compu, pero escuchás más o menos lo que pasa en el programa. De repente, a tus oídos llega el sonido de unos gemidos. Y  la empezás a flayar como un boludo. Pensás cosas como:

¿Estarán viendo porno?
¿Será de verdad que en la tele están cogiendo o es un partido de tenis de Rafa Nadal?

La intriga te empieza a volver loco, querés ir a ver, pero a la vez tenés miedo de quedar como un pajero ¿Entonces que hacés? Sí, vas como quien no quiere la cosa, despacito, mirando para cualquier lado menos la tele, te haces el desentendido, te servís un vaso de agua aunque no tengas un carajo de sed, mientras de fondo siguen sonando los gemidos. Observás a tus padres con disimulo y al mismo tiempo en que tomás un trago pensás: “A LA MIERDA, ME LA JUEGO“ y echás un vistazo rápido con toda la ilusión de encontrar a Megan Fox en cuatro. Justo cuando mirás cortan la escena y aparece Virginia Lago escabiando y la concha bien de su madre!!

Otra cosa sumamente incómoda es cuando vas en el bondi o el tren, y al lado tuyo se sienta una parejita demasiado excitada. Esos que empiezan con besitos pero se les termina yendo de las manos. Todo bien amigo, viva el amor, la primavera y la puta que te pario. Pagate un telo la próxima vez. Encima vos no sabés que carajo hacer, porque no querés mirarlos pero aparecen también en el reflejo de la ventanilla los muy forros. Te bajás del tren en Padua y empezás a sacar cuentas, seguro que cuando llegaron a Paso del Rey ya garcharon tres veces.

Otro momento difícil e incómodo que todos tuvimos que enfrentar  en nuestra infancia, fue en el jardín, o primeros años de colegio: Cuando ese compañerito negrito te pedía prestado un lápiz color “piel”.

¿QUÉ  MIERDA HACÍAS? No daba preguntarle de que tipo de piel estábamos hablando. Deberían hacer uno de esos lápices de dos colores, uno en cada punta, rosadito de un lado y negrito del otro.  Se podría llamar así: “Lápiz color piel DUO para momentos de incertidumbre”. Vos se lo prestás y bueno, que él lo use del lado que quiera. Sería muy útil.

Por último, no me gustaría dejar afuera el desafortunado momento de correr un colectivo. Especialmente si tenés puesta una mochila. Muchachos, de eso no se vuelve eh. Subís y notás que todos esos hijos de puta te vieron correr como pelotudo. Te haces el gil y te sentás, sabiendo que tu dignidad quedó abajo y que nunca más la recuperarás. Muy incómodo.

Bueno, los invito a comentar otros momentos de la vida en donde se sientan zarpados.

Si les gustó pongan ME GUSTA, si no les gustó no pongan nada porque gracias a Dios no existe el botón NO ME GUSTA.

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Saludos, sean felices.

Hernán Colman

martes, 21 de mayo de 2013

Twitteando vengo





Hola a todos, una vez más, volvimos. Si, ya se, es joda ya esto. Pero bueno, es así, entiéndanlo.

Hace un tiempo, en este blog se tocó el tema del Facebook, así que como no podía ser menos, hoy vamos a hablar de su “archimega” rival (?) Twitter.

Cada vez somos más los que usamos la red social del pajarito azul. Y yo me pegunto: ¿A quién mierda se le ocurrió pintar de azul al pajarito? Sí, bien fumados estaban los creadores.

La diferencia fundamental entre el Twitter y el Facebook es que, si bien el Twitter se está haciendo bastante “Nacional y Popular”, no tiene todavía ese toque de “VAMO' LO' PIBE'” que tiene el Facebook.

En fin, si vos sos de esas personas que usan Twitter, de seguro cuando creaste la cuenta hiciste lo siguiente:

Crear cuenta - twittear “HOLA A TODOS (Teniendo dos seguidores) NO ENTIENDO UNA MIERDA” 
– Lo dejaste de usar como por un mes o más porque no lo entendías – Volviste a intentarlo y te enviciaste.

Es así, nos pasó a todos los normales.

Otra cosa llamativa son los Hashtags. Para los que no están familiarizados con el tema les digo: AMÍGUENSE CON LA TECNOLOGÍA. Pero bueno, les cuento, los hashtag son palabras o frases que siempre empiezan con un “#”. De esta forma, uno puede ver todo lo que se dijo sobre ese tema.

El problema está en que al principio como que les tenemos cierto miedo, los rechazamos y no los usamos. 
 Después lo entendemos y empezamos a abusar de hashtags, agregando uno a cada tweet y quedando como unos pelotudos. Finalmente encontramos el equilibrio.

El Twitter además es el chusmerío más grande y organizado del mundo: Podés enterarte primero que nadie, que a una actriz de Albania le explotaron las hemorroides, y lo que es mejor, difundirlo para que el resto del planeta se entere.

También lo usamos para tirar palazos, o indirectas. No sé si lo habrán notado pero esto fue evolucionando bastante: Antes los tirábamos en los subnick del MSN (Que en paz descanse). Después por Fotolog, después por estados de facebook, y ahora a través de tweets. Lo único que sigue siendo siempre igual es la excusa a dicha indirecta. Es algo así:

“Dale pendeja de mierda dame un poco de bola, dejá al salame ese cara desordenada que tenés como novio, y venite conmigo”

-Che ¿para quién es ese tweet?
- Naa, es una canción, jaja.
NO TE LO CREE NADIE!!!

Encima somos tan boludos que ponemos el “jaja” al final, el cual es un indicativo de “Mierda, quiero safar, espero que este/a pelotudo/a se lo crea”.

Si hay algo sorprendente que tiene este pájaro puto, es el hecho de que de golpe en alguna parte del mundo, una persona que no te conoce y jamás te va a conocer, lea algo publicado por vos. A veces da miedo. A todos alguna vez nos pasó que nos empiece a seguir un japonés con el cual no tenés seguidores en común ni nada por el estilo y te preguntás: ¿De dónde mierda me sacó?
Debe haber algo raro atrás de todo eso, estoy seguro.

Lo que jamás entenderé es esa necesidad que tienen algunos de publicar fotos de lo que están comiendo o van a comer. ¿Qué carajo me importa a mí tu Doble Cuarto de Libra con Queso, y papas fritas? Yo soy feliz con mis fideos con manteca y no te lo ando presumiendo, forro.

En fin, el tema da para largo pero vamos a dejarlo acá.

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Hernán Colman

viernes, 12 de abril de 2013

Botón No me Gusta

 Así como nuestro querido amigo dominador de mentes también llamado Facebook tiene la opción “Me Gusta”, creo que las personas deberían venir con un botón que se llame “No me Gusta”. De esta forma, al cruzarte con uno de esos pelotudos dispuestos a cagarte el día con alguna boludés, tengas la posibilidad de pincharlo en alguna parte del cuerpo, preferiblemente el ojo, y decirle NO ME GUSTA forro hijo de puta!!

 Todo sería mucho más fácil, habría menos casos de estrés y depresión, te podrías descargar fácilmente.

 Imaginen la situación: Colectivo bastante lleno, pendejo en el asiento del fondo escuchando “Ella quiere látigo” y creyéndose que está en el Mágico Boliviano Bailable de Liniers. Ahí nomás te parás, y Bumm, punzón en el ojo: NO ME GUSTA TU MUSIQUITA CONCHUDO, PONETE LOS AURICULARES QUE PARA ALGO VIENEN CON EL CELULAR.

 A esa gente que te ve con la camiseta de tu equipo y te pregunta: ¿Sos de All Boys? ¿Y a vos que te parece infeliz? Ahí nomás le mandás NO ME GUSTA, por boludo.

 Otra situación aplicable de  “Botón Pinchador de Ojo No me Gusta” es cuando estás en medio de un embotellamiento de ocho cuadras y el anormal de atrás toca bocina. Ese caso creo que es más grave aún, se le podría agregar también algo extra como un fierrazo en medio de la frente.

 También están los que te agregan al facebook y te preguntan ¿Quién sos? A ver, pelotudo, merecés que te pinchen los dos ojos.

 Y como olvidarse de las minas que se sacan fotos mostrando las tetas o los chabones mostrando los abdominales y ponen QUIERO UNA PERSONA QUE ME SEPA VALORAR POR COMO SOY, QUE NO PIENSE SOLO EN EL SEXO Y LA re concha bien de tu hermana. Andá a cagar boludo/a.

 Bueno necesitaba hacer esto, les puedo asegurar que sirve bastante. Si están con ganas de pisar gente con un tractor como yo, les recomiendo que en sus comentarios pongan otros casos donde aplicarían el “Botón Pinchador de Ojos No Me Gusta.” No les va a solucionar nada pero por lo menos hacen un poco de catarsis.

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Hernán Colman